Cómo si de una receta se tratase, los ingredientes que conforman un cáncer son diversos, y es conveniente tenerlos presentes a la hora de proponer un tratamiento, tanto desde la medicina oficial, como de las técnicas basadas en remedios naturales que favorecen la salud. Ambas formas de tratamiento pueden convivir perfectamente, siempre y cuando el interés de éstas sea la mejoría del paciente. Ninguna se puede rechazar, ni desprestigiar, cuando lo principal es la salud y bienestar de la persona afectada, pues cada una tiene su espacio y momento.
Enfoque Holístico. Un padecimiento multifactorial como es el cáncer, requiere algo más que reprimir la degeneración celular y los síntomas que ésta produce. Dependiendo de la formación y experiencia de cada profesional, podrá tratar al paciente de forma sintomática (con más o menos yatrogénica), causal (multifactorial) o/y holística.
Debido a mi formación, para mi es funda- mental considerar todos los factores que influyen en el proceso degenerativo: físico-bioqímico, bio- energético y psicoemocional, por tanto, mi planteamiento es Holístico. Y Holístico no es usar muchas técnicas como si de un «batiburrillo» de estímulos se aplicarán de cualquier forma, no vale cualquier cosa, hay toda una metodología y un orden necesario ante el caos celular que es el cáncer, un caos también presente en algún aspecto de la vida del paciente.
Enfoque Biológico. Para comprender el aspecto físico-biológico y la explicación científica de la naturopatía y la homeopatía, tendremos que considerar los estudios del médico alemán Hans-Heinrich Reckeweg (1905-1985) y del médico austríaco Alfred Pischinger (1899-1982), que aportaron las bases de la medicina biológica.
H.H. Reckeweg formuló en 1955 el concepto de homotoxina, del latín homo homini (hombre) y del griego toxon (veneno), como una de las causas principales de que enfermemos: «Nos intoxicamos por nuestros propios desechos metabólicos y por la presencia de tóxicos en los alimentos, el aire y el agua». También descubre que el medio extracelular dispone de un sistema de autorregulación y de reacción a las homotoxinas: el Sistema de la Gran Defensa (SGD): «Los medios con los que nuestro organismo se defiende, regula y desintoxica:
Por otro lado, está la aportación que realiza Pischinger sobre el espacio donde se desencadena todos estos mecanismos de autorregulación: Sistema Básico de Pischinger (SBP). Sus estudios revelaron la transcendencia del tejido conjuntivo para la función celular. También conocido como tejido conectivo, mesénquima o matriz extracelular, el S.B.P., considerado como un tejido de relleno en un principio, es el responsable de las funciones básicas más elementales de la vida: intercambio de agua, oxígeno, electrolitos, regulación ácido- alcalina, así como todo lo referente a los sistemas de defensa inespecíficos. Inmersas todas las células en este líquido, es el medio del cual éstas extraen sus nutrientes y en el cual eliminan sus desechos (toxinas metabólicas).
En la matriz extracelular (nuestro océano interior) se encuentran los capilares sanguíneos (y por medio de éstos secreciones de las glándulas endocrinas), sisterma linfático y fibras del sistema nervioso autónomo en relación directa con la célula. Células y capilares están separadas por esta matriz desarrollando un determinado espacio o terreno. En este ni- vel, la causa del cáncer es por autointoxicación.
Cada persona según su estilo de vida y conflictos de relación con el medio, desarrolla un tipo particular de terreno, de ahí la importancia de tratar a la persona (y su terreno), además de sus síntomas que no son la «enfermedad», sino más bien la forma en la que el cuerpo expresa el desequilibrio y nos avisa de él.
Reckeweg y Pischinger demuestran que nuestro organismo dispone de medios para mantener un equilibrio interno (homeostasis), así como capacidad de autocuración, solo tenemos que saber ayudarle cuando pierde esta capacidad. ¿Cómo? cambiando nuestro estilo de vida: dieta, hábitos perniciosos, forma de reaccionar, sentir y pensar, pues también nos intoxicamos a nivel psico-emocional, de ahí la aparición del conflicto biológico, pues la energía siempre sigue a la mente y a las emociones, y tanto determinadas actitudes, como la forma en la que nos tomamos las experiencias del día a día y/o la influencia de un shock psicoemocional, cortocircuitan el sistema de la gran defensa desencadenándose las alteraciones transitorias de salud (ATS) o disfunciones. Si esta situación no es resuelta a tiempo o se tratan solo los síntomas, el desequilibrio termina cronificándose, tal y como puede verse en la tabla de homotoxicosis, también desarrollada por Reckeweg.
Tabla de Homotoxicosis. Reckeweg diseña una tabla en la que se representa el movimiento o evolución de las ATS desde lo agudo a lo crónico y finalmente degenerativo. Este planteamiento sintetizador representa un diagrama sinóptico cartesiano, en el que las fases de la enfermedad se localizan en el eje de abscisas y los diferentes tejidos implicados en ordenadas.
La evolución de un padecimiento, sino es tratado de forma biológica pasa por tres fases:
– Matriz (deposición de toxinas e impregnación de la membrana celular) – Celular (medio intracelular)
En el caso de un cáncer, antes de que se produzca el desequilibrio a nivel celular (medio intracelular), ha tenido que pasar por las fases humoral y matriz. Esta evolución hacia la degeneración es denominada por Reckeweg como vicariación progresiva, que puede terminar con la muerte del sujeto (neoplasia) y/o con daños histológicos importantes, unas veces reversibles y en la mayoría de los casos dejan importantes secuelas. Cuando la energía vital (capacidad reactiva) es recuperada mediante un tratamiento holístico y biológico, se puede producir una vicariación regresiva, pasando de la fase celular a la de matriz, volviendo el sujeto a recuperar un estado de salud parcial o completo (fase humoral). Existe un camino de vuelta a la salud.
Fase Humoral: Medio extracelular. En esta fase se producen las excreciones resultantes de los procesos metabólicos, manteniéndose la limpieza y homeostasis del medio extracelular y de los tejidos embrionarios. Si los medios de excreción y las secreciones (heces, orina, mucosidad, CO2, sudor, menstruación) no se eliminan adecuadamente (fase de excreción) nos intoxicamos, produciéndose una reacción de tipo inflamatorio (rubor, calor, dolor…) con el objetivo de eliminarlas (fase de reacción) mediante el calor y la inflamación (ITIS: fiebre, cistitis, hepatitis…).
Lo habitual desde la medicina oficial es anular estos síntomas con un «anti»: antiinflamatorios, antihistamínicos, analgésicos… que bloquean la capacidad reactiva de nuestro sistema de autorregulación. Con un tratamiento biológico se favorecen los medios de excreción y se modula la inflamación sin reprimirla, pues la inflamación la produce el propio organismo como respuesta a una toxina que requiere ser excretada.
Fase Matriz: Medio extracelular-membrana celular. En esta fase se va pasando progresivamente de la inflamación aguda a la subaguda, iniciándose los procesos de degeneración (OSIS).
En la matriz extracelular se produce una fase de deposición, consecuencia de haber tratado sintomáticamente al paciente, pues al suprimir la reacción inflamatoria, se anula la respuesta del SGD y se empatana el medio extracelular de tóxicos (retoxicación), sean éstos propios y/o los que dejan los medicamentos, incrementándose la intoxicación y mermándose la capacidad reactiva, pues muchos tóxicos pueden quedar latentes (locus minoris resistentiae), y se transformarán en carcinotoxinas que dañan la estructura celular.
La impregnación de la membrana celular se produce cuando los depósitos superan la ca- pacidad de excreción y no han sido bloqueados mediante la inflamación. Si no se estimulan los órganos de acople y eliminación de homotoxinas (intestino grueso, hígado, riñones, pulmones, piel…) y se reduce el nivel de toxemia, los tóxicos se ad- hieren a la membrana celular, impidiendo la correcta relación entre la célula (medio intracelular) y el tejido conectivo, alterándose el metabolismo y las funciones celulares, debido al importante daño de la membrana celular, así como alteraciones enzimáticas y de la bomba sodio-potasio.
Fase Celular: Medio intracelular. Las toxinas han penetrado en el interior de la célula, alterando las Funciones de ésta, provocando un «caos» en el organismo, pues empieza a haber células que funcionan fuera del orden biológico, duplicándose y formando tejidos (tumores) que invaden a otros tejidos y órganos, dificultando las funciones de éstos. Estamos ya en la fase de degeneración.
Cuando no hay una resolución biológica de las homotoxinas presentes a nivel intracelular, ni del conflicto biológico, entonces se establece la fase de neoplasia, en la que el organismo ha perdido casi totalmente su capacidad para autorregularse, siendo su tendencia la muerte celular.
Desplazamiento de toxinas entre tejidos. Mientas que en las fases humorales las homo- toxinas tienen un movimiento centrífugo o desde el endodermo hacia el ectodermo, esto es desde el interior al exterior (excreción), en las fases de matriz y celular, el movimiento se hace centrípeto, esto es, hacia el endodermo, hacia el interior (intoxicación).
Es importante tener presente el desplazamiento de toxinas, pues en las fases de curación/agudas el organismo tiende a movilizarlas hacia el exterior, así pues, abscesos, diarrea, incremento de la micción y el sudor, mucosidad…, son indicativos de que el organismo está pasando desde una fase crónica a una aguda, gracias a la respuesta biológica reacción-excreción (vicariación regresiva), siendo un buen pronóstico. Es importante evitar «cortar» este proceso biológico de excreción. Si estos procesos reactivos de limpieza son anulados, el organismo se verá bloqueado y anulado en sus funciones de homeostasis, con la consiguiente retoxicación y vicariación progresiva.
Es mal pronóstico la insuficiencia excretora, aún cuando el paciente no muestre síntomas «negativos», pues la ausencia de síntomas no siempre es sinónimo de salud, también puede ser un indicativo de enervación (dificultad para excretar).
Además, el movimiento de las homotoxinas cumple con las leyes de curación de Constantine Hering (1800-1880), médico homeópata alemán que describió las pautas biológicas de curación y de la vicariación regresiva, que en naturopatía y homeopatía llamamos crisis curativas:
2. Desde el interior (endodermo-conflicto psicoemocional) hacia el exterior (ectodermo- expresión del conflicto). 3. Desde lo más vital (órganos drenadores con capacidad de excreción-metabolismo) a lo menos vital (órganos dañados). 4. De lo más reciente (reacción-excreción) a lo más antiguo (degeneración-neoplasia). La autocuración sigue el proceso inverso a su aparición (vicariación regresiva).
Veamos un ejemplo: un paciente que recibe en fase reactiva un supresor de síntomas, no solo va a reducir los síntomas-alarma que produce el organismo, también suprimirá su capacidad reactiva, así los síntomas desaparecen y la causa sigue activa o presente en el organismo. Considerar que también nuestra inmunología ha sido dañada, esto se hace más evidente con el uso de antibióticos, cada vez menos eficaces ante bacterias y microbios.
En la fase de excreción aparecen los síntomas expectoración y tos, que al ser suprimidos, las toxinas no eliminadas provocarán un proceso reactivo de los bronquios en forma de bronquitis aguda (ITIS -> inflamación), viéndose afectado el tejido bronquial (vicariación progresiva). Si se continua el tratamiento con un anti-? y/o corticoides, se producirá un movimiento de las toxinas o agentes patógenos hacia el tejido embrionario más interno, pasando el paciente de una bronquitis aguda a una crónica, y puede terminar en una carcinoma bronquial, sea o no fumador. Evidentemente el tabaco y la contaminación de la ciudad no restan, más bien su- man. También puede activarse un cáncer de pulmón si el paciente experimenta miedo a vivir por una situación que lo sobrepasa o por situaciones prolongadas de tristeza. Esto lo veremos más ampliado en Conflicto Biológico y la «enfermedad» como metáfora.
Con lo expuesto hasta ahora aclarar que los tratamientos con medicamentos son necesarios en su momento, siempre que no exista otra forma de abordar el padecimiento, pues allí donde no llegan los tratamientos naturales empieza la medicina.
Si en vez de suprimir síntomas y la capacidad reactiva, favorecemos el drenaje de los pulmones con plantas (pulmonaria, tomillo, malva…), potenciamos la inmunología (propoleo), eliminamos de la dieta los productores de mucosidad (lácteos y derivados, trigo y derivados, azúcar blanco…) y proponemos realizar ejercicios de Qi Gong para limpiar las vías respiratorias, la persona pasará de la fase reactiva (bronquitis aguda) a la fase de excreción. Antes se puede producir un «empeoramiento» iniciándose de nuevo la expectoración y la tos (síntomas antiguos) que aparecieron al inicio como una forma de eliminar los patógenos. En ocasiones una infusión de tila (ayuda a sudar y subir las defensas) para producir «fiebre» artificial, junto a una envoltura de cuerpo entero caliente-húmeda puede ayudar en el pro- ceso de excreción al incrementarse la eliminación por el sudor.
El movimiento de toxinas en la cronicidad sería al revés de lo expuesto (vicariación progresiva), acelerándose ésta si los síntomas reactivos son suprimidos tanto con medicamentos o tratamientos naturales.
Gracias a Hering, Reckewg y Pischinger podemos comprender la causa, los cambios de tejidos afectados y de síntomas, así como la importancia para la salud de tener un medio extracelular desintoxicado. Estimular y facilitar la respuesta vital del organismo, es uno de los principales fundamentos de la medicina biológica, la homeopatía y la naturopatía, respetando siempre las funciones biológicas.
Crisis curativas. Es uno de los indicativos de la vicariación regresiva (paso de enfermedad a salud). La crisis de manifiesta mediante un «empeoramiento» que nos indica que el movimiento de acoplamiento y eliminación de homotoxinas se ha vuelto centrífugo: desde el interior al exterior, incrementándose las excreciones fisiológicas (heces, orina, sudor, menstruación…), el dolor, por el restablecimiento de un proceso inflamatorio (reactivo) y la necesidad de reposo, pues el organismo está haciendo un sobreesfuerzo al desintoxicarse.
Dependiendo del tipo de terreno, se modulará la crisis mediante dieta y plantas tradicionales, evitando siempre anular los síntomas, cuando sí modularlos.
Con respecto a la fiebre, es la forma que tiene el organismo de «quemar» (purificar) los tejidos y la sangre. Podemos utilizar técnicas derivativas con paños tibios en tobillos y muñecas, no usando nunca hielo en la frente, ya que esto reduce el riego sanguíneo a la cabeza y por tanto de oxígeno. También es útil un baño en agua templada. Podemos usar plantas tradicionales como: tila, echinacea y corteza de sauce blanco. Modular no es suprimir, hay que acompañar al proceso y facilitarle su movimiento hacia la excreción.
Yatrogenia. La iatrogenia, también mencionada como yatrogenia, es una alteración –sobre todo negativa– que se produce en el estado de salud de una persona a partir de la intervención de un médico. No hay que confundirlo con negligencia, pues la yatrogenia en parte es algo inherente a la profesión médica, al ser un efecto que puede ser en parte negativo para la salud del paciente. En mi caso, incluyo el daño realizado en el organismo por los medicamentos, sea por un error de prescripción o por los efectos secundarios que estos tienen, y siempre por su acción inhibido- ra de la respuesta neuro-inmuno-endocrina (SGD) y de la reacción vital, ambos necesarios para que se restablezcan los mecanismos de autocuración. No existe un registro, ni ningún tipo de seguimiento de casos de iatrogenia en España, ni del daño que producen los efectos secundarios de los medicamentos.
Tratamiento Biológico. Desde un enfoque bio- lógico, facilitar los procesos de desintoxicación, incremento de la inmunología y la capacidad de adaptación-respuesta, mediante el uso de téc- nicas naturales orientadas a respetar la res- puesta biológica y las leyes de curación, favo- reciendo siempre la respuesta vital (Natura Me- dicatrix), y el criterio médico.
Homeopatía. Esta terapia usada en más de 95 países del mundo. En Europa es reconocida oficialmente por Alemania, Francia, Reino Unido, Portugal, Bélgica, entre otros, siendo en muchos de ellos una especialidad médica, estando integrada en su sistema sanitario.
Aunque muy criticada en España actual- mente debido a la presión que ejercen las em- presas farmacéuticas sobre nuestros políticos, es una medicina barata, respetuosa con el ser humano y con el planeta, pues uno de sus principios es la dilución, siendo el consumo de materia prima mucho menor. Además es la única medicina que permite utilizar partículas y ondas, ya que a partir de una determinada dilución no hay presencia de partículas, y que gracias a otro de sus principios la dinamización, permite que se potencien tanto las partículas (dilusiones bajas), como las ondas (potencias altas) quedan- do memorizada la información del remedio homeopático en el medio de dilución (agua). Así pues, aunque en algunos casos no haya presencia de partículas, si hay información vibracional y no es un placebo, lo que no hay es interés en investigar el efecto onda.
Quizás el principio más importante de la homeopatía es que trata con el similar, al contrario de la medicina oficial que trata con un anti. Tratar con el similar permite tratar con un veneno, un tóxico, una planta o un tejido, de forma que éste es atenuado por la dilución y potenciado por la dinamización, actuando de forma similar a como ocurriría con una vacuna. Así una picadura de insecto que cursa con rubor, inflamación, dolor y picor, se usa veneno de abeja (Apis Mellifica) o en caso de una irritación de la piel se usa ortiga (Urtica Urens).
Si miramos la homeopatía con seriedad y sin otros intereses que no sean la salud, más allá de la ambición de las multinacionales farmacéuticas, es quizás una de las medicinas más completas que existen y sin apenas efectos secundarios, salvo las crisis curativas.
Conflicto Biológico. La resolución de un conflicto biológico ayuda a comprender la causa del proceso degenerativo y también la reactivación de los procesos curativos, así como el sistema de autorregulación. Un conflicto puede activar un proceso degenerativo, al igual que el aprendizaje que aporta la experiencia de la «enfermedad» lo desactiva. Solo es necesario facilitarle al organismo su tendencia innata: la vida, por ende la salud.
Enfoque biológico (Naturopatía). Tratar con los remedios que nos da la naturaleza y respe- tar la naturaleza humana, es la forma de abordar la salud por parte de la naturopatía. Su medio de diagnosis es la iridología.
Aunque la naturopatía también está siendo duramente criticada en los medios de (des)información, la Dra. Kousmine se dio cuenta de la importancia de las técnicas que aplica en la salud y a partir del enfoque biológico del naturismo desarrollo su «propio» método (Kousmine).
Alimentación. Además de una dieta específica, según el estado de salud del paciente, propongo un paso de la dieta tradicional a la macrobiótica, para potenciar la respuesta vital con alimentos vivos, colores y sabores, favoreciendo la desintoxicación y permitir modular los procesos energéticos. También hay que ver sobre que terreno se desarrolla un cáncer. ¿De qué se nutre un cáncer? Además del conflicto biológico y las homotoxinas, un cáncer necesita un pH ácido y glucosa para subsistir, sin azúcares y con un pH alcalino el tumor se desarrolla más lentamente o se desactiva. Esto nos lleva a darle una importancia fundamental a lo que come el paciente.
La presencia de sal en la dieta impide el drenaje y la reestructuración del medio intracelular, espacio donde se desarrolla el cáncer. Además la sal altera el flujo de nutrientes a la célula y la desintoxicación de ésta al medio extracelular, provocando intoxicación y edema. La descompensación sodio (Na) y potasio (K) es una causa importante del desarrollo de un tumor. Es fundamental reducir la sal e incrementar la presencia de potasio en la dieta, y si es necesario usar complementos dietéticos específicos para ello.
Drenaje y depuración. Mediante el uso de plantas y aceites esenciales, se estimulan los órganos que filtran la sangre (hígado, riñones…) y excretan las toxinas del medio extracelular (riñones, intestino grueso, piel…). Al reducirse la toxicidad del medio extracelular es más fácil desintoxicar el medio intracelular. También se pueden usar simul- táneamente ayunos o monodietas para hacer limpiezas profundas de tejidos y revertir muchos procesos crónicos.
Los complementos y suplementos dietéticos. Los complementos dietéticos ayudan en el aporte de vitaminas, minerales, enzimas, aminoácidos y demás elementos necesarios para recuperar y mantener la salud.
Los Radicales Libres (RL). Son desechos metabólicos generados tanto a partir de reacciones químicas, como de excesos de radiación, exposición solar, estrés oxidativo, desequilibrios en la alimentación, contaminación, exceso de ejercicio… que dañan el ADN. Los RL al ser moléculas independientes, muy inestables, a las que les falta un electrón, tienden a «robárselo» a una molécula estable, desestabilizándola, acelerando los procesos de envejecimiento. La presencia de radicales libres incapacita al organismo en los procesos de autosanación, al interferir en ellos y favorece la cronicidad y la aparición de tumores. Es importante neutralizarlos para que puedan ser eliminados, lo que requiere del uso de antioxidantes.
Los principales antioxidantes son:
C y E, betacarotenos (precursores de la vit. A), SOD, coenzima Q10, ácido lipoico, glutatión, selenio, cobre, zinc, resveratrol…
Respiración y S.N.V. El sistema nervioso vegetativo es autónomo, funciona de forma automática según las necesidades del ser humano, por ejemplo si hay un fogonazo de luz las pupilas se con- traen solas, al igual que si hay oscuridad se dilatan. Este sistema autónomo está muy presente en los procesos de curación, así en los procesos inflama- torios hay un predominio del sistema simpático, coincidente con un pH ácido (proinflamatorio) y edematización, mientras que en los procesos de curación predomina el sistema parasimpático, en el que predomina un pH alcalino que favorece la reducción de la inflamación y el edema en los tejidos.
Podemos influir en el sistema nervioso autónomo mediante técnicas de respiración, a través de la cual además de oxigenar la sangre la alcalinizamos, influyendo en el sistema nervioso central al producir relajación. Muy importante si tenemos en cuenta la rigidez que se manifiesta habitualmente en nuestro cuerpo debido al estrés.
Inmunología. Estimular las defensas, tanto las humorales (medio extracelular) como las celulares ayuda a frenar el avance de los procesos degenerativos. Aunque los antioxidantes también ayudan, no es suficiente, y es necesario una inmunoestimulación específica que le de al paciente tiempo para trabajar y resolver su conflicto biológico.
En mi experiencia, los hongos Reishi (Ganoderma lucidum), Shiitake (Lentinula edodes) y Maitake (Grifola frondosa), son de gran ayuda tanto en la inmunoestimulación, como en la recuperación del organismo tras las sesiones de quimioterapia. Los hongos además tienen propiedades antioxidantes.
Enfoque Bio-Energético. Una bombilla sin electricidad no se enciende, igualmente, sin energía, sin vibración (ondas), un cuerpo está muerto, pues la energía vital es la que «anima» los tejidos y las funciones vitales. Nuestro cuerpo físico a través del metabolismo de nutrientes y oxígeno, produce la energía que necesitamos para mantenernos vivos.
Favorecer el flujo de energía y mantenerla en equilibrio son los principales objetivos del enfoque bioenergético, siendo la acupuntura una de las técnicas más representativas de este paradigma.
En los 26 años de experiencia como acupuntor, de los 8 síndromes más importantes que se contemplan en la Medicina Tradicional China, el que más he tratado ha sido el bloqueo de Qi de hígado, precursor de los procesos degenerativos si no se trata a tiempo y de forma adecuada.
Cuando la energía se bloquea se produce una desvitalización local, algo similar a cuan- do el agua se estanca, se queda sin movimiento y se descompone. Para mover la energía y mantener en armonía Yin y Yang, se usan diferentes técnicas:
Una vez que recopila la información necesaria: signos y síntomas… el acupuntor determina en que fase o síndrome se encuentra, y trata el origen de dicho desequilibrio. La Medicina Tradicional China, al igual que la naturopatía y la homeopatía, no suprime los síntomas, pues reconoce que son llamadas de atención, son indicativos de la evolución o involución del estado de salud del paciente.
La acupuntura tiene varios miles de años de antigüedad, y su uso está reconocido en todo el mundo, incluso el Servicio Andaluz de Salud lo ha estado usando hace unos años, por su efectividad y bajo coste. Parece ser que en España hay dificultades para darle la validez que se le da en el resto del mundo, lo que me hace dudar cada vez más que el motivo sea por carecer de fundamento científico, lo que me pare- ce más que una respuesta una justificación.
La «enfermedad» como metáfora.
El inconsciente está muy relacionado con este planteamiento, pues todo lo que hemos negado y rechazado está queriendo salir del inconsciente para hacerse consciente. El len- guaje del inconsciente es en forma de sueños, pesadillas, símbolos y «enfermedades». Pues- to que todo padecimiento lleva pareja una experiencia y un aprendizaje, el inconsciente nos habla a través de metáforas para «recordarnos» que hay asuntos pendientes o determina- dos mecanismos de defensa que están sin actualizar, ya que muchos de ellos, aunque nos han ayudado a sobrevivir, con el paso del tiempo terminan impidiéndonos vivir y Ser.
La metáfora es como un cuento dirigido a un niño, a nuestro niño interior. No es una cuestión intelectual, ni científica, es mucho más sencillo, eres tú hablándote a ti mismo a un nivel muy básico, para ayudarte a reconocer y resolver un conflicto, sea biológico, familiar o tuyo con la vida. Párate, relájate y escúchate. Es importante darse cuenta del mensaje que tiene la «enfermedad» para nosotros, pues no solo depende de ello nuestra salud, también nuestro desarrollo espiritual.
Aunque el trabajo con las metáforas lleva usándose desde hace muchos años (Thorwald Dethlefsen, Rüdiger Dahlke, Louise Hay, Eric Rolf) dentro del marco de la Enfermedad como Cami- no, recientemente ha aparecido la Bio Decodificación, como una forma de facilitar la comprensión de las metáforas.
Podrás deducir que en el Enfoque Holístico hay mucha ciencia, mucho empirismo y mucho conocimiento integrado, y en ningún momento ha habido contradicción, pues todo está conectado, todo tiene un sentido y siempre se está respetando el juramento Hipocrático: «Lo primero es no hacer daño». Hay que respetar la naturaleza en todo momento, pues ella es fundamental en la curación (Natura Medicatrix).
Tratar a un ser humano con cáncer requiere un tratamiento holístico al ser multifactorial, en el que la medicina oficial y la biológica pueden ayudar en el restablecimiento de la salud, teniendo claro que es una cuestión sanitaria, más allá de los intereses de la industria farmaceutica. El derecho a elegir del paciente sobre como quiere ser tratado hay que respetarlo. Y por favor, dejen de hacer campañas de desacreditación contra las terapias naturales, que también son científicas, como he demostrado y en otros casos empíricas.