En una sesión de Qi Gong, considero varios aspectos antes de iniciar la clase, que van desde el estado del grupo (cansados, resfriados, tensos, enfadados…), clima y temperatura que hace (frío, calor, humedad, viento…), así como el nivel de los asistentes (principiantes, con experiencia…), y a partir de esto doy forma a la estructura de la sesión.
Esto conlleva además de trabajar la consciencia corporal (automasaje, sentir los diafragmas, trabajar con diferentes tipos de respiración, sonidos taoístas…), tener en cuenta la necesidad del grupo de soltar, usando la expresión corporal (trabajo con los 5 Animales, soltar tensiones, dar tono muscular, nutrir las articulaciones…), ayudando a que el asistente experimente a través de la práctica. Esta variedad ayuda a romper con el «automatismo» en la práctica (evitar las rutinas), no repitiendo nunca los mismos elementos en una sesión, permite mantener al practicante más atento y más presente, elemento este fundamental para el desarrollo de la conciencia.
La aplicación idónea de los diferentes tipos de respiración y la relajación de la «máscara facial» son fundamentales para iniciar la práctica. Un rostro relajado va facilitar la relajación de todo el cuerpo, optimizando la consciencia corporal y el trabajo que se realice a lo largo de la sesión.
AutoMasaje: Ya he hablado en otros artículos sobre el automasaje (Dao Yin), como acupuntor y profesor de Qi Gong, me gustaría compartir la importancia de algunos puntos usados en acupuntura y en la práctica de Qi Gong y Nei Gong, que facilitan el manejo de la energía e incrementan la salud y la longevidad. El sentido del automasaje es obvio, estimular la circulación periférica, calentar las extremidades y optimizar el movimiento de Wei Qi, de la energía circulante externa y de la energía de defensa o inmunológica, tan importante a tener en cuenta en los cambios de estación.
En el automasaje convergen tanto el contacto (arrastrar y soltar), como la respiración, permitiendo también a los practicantes ir conociendo la trayectoria de los meridianos o canales de energía, siendo un preámbulo a la forma de Qi Gong que vayamos a practicar (Ba Duan Jin, Las Tres Perlas, Los 3 Centros, La Respiración de los 5 Elementos, Zhan Zhuan Gong…).
Tanto cuando realizamos el masaje, como al dar golpes (mano hueca), estamos movilizando sangre y energía, calentando la zona y oxigenándola (la sangre transporta el Qi, y el Qi impulsa la sangre). Gracias al automasaje, hemos preparado los cuerpos físico y energético para la práctica de Qi Gong.
Frotar manos: Antes del inicio y entre masajes, nos frotamos las manos, por un lado las limpiamos de restos de energía perversa y por otro atraemos sangre y energía limpia para seguir estimulando el flujo de ambas.
En el centro de cada mano encontramos el punto Pc 8, llamado Lao Gong, que forma parte de los «puntos puerta de la energía», por donde se recoge y emite Qi, punto que despertamos/estimulamos cada vez que frotamos las manos. Es un importante punto de emisión de energía en la sanación Qi Gong.
Igualmente, cuando hacemos «hueco en la mano», para golpear los órganos y puntos, se ayuda gracias al efecto «chupón» a movilizar de las fascias información psicoemocional… ya que en las fascias se almacenan diferentes tipos de emociones que con el tiempo terminan bloqueando tanto el flujo de sangre (contracturas, corazas del carácter…), como de energía (bloqueo de Qi -> Gang Qi Yue Ji), siendo el meridiano del Hígado (y el órgano), el que más tiende al colapso energético, de ahí la importancia de abrir los costados al realizar estiramientos y giros.
Movilizar la información (biocibernética) que impregna las fascias, ayuda a reducir las contracturas, las corazas caracteriales y a largo plazo evitar la formación de masas (quistes, fibromas, mastosis, pólipos, lipomas…), que aparecen debido al estancamiento de la energía del Hígado, y que en mi experiencia en consulta se da en más del 80% de las personas que trato.
Ming Men (La Puerta de la Vida). También se conoce como la Puerta del Destino. Este punto DU4, se encuentra ubicado en la línea media de la espalda, perteneciente al vaso maravilloso Du Mai (vaso gobernador no 4 o DU4), bajo la apófisis espinosa de la 2a vértebra lumbar.
En acupuntura, desde este punto podemos tonificar la función Yang de los riñones, ayudando a expulsar el frío y el viento interno, fortalecer la espalda baja, beneficiar la Esencia (Jing), así como despejar y calmar la mente (Shen). Desde este punto se pueden tratar: mareo, tinitus, pies y rodillas frías, cansancio que no se recupera con el reposo, frío, falta de voluntad, depresión, epilepsia, afecciones genitales masculinas (impotencia, eyaculación precoz, esterilidad…) y también afecciones femeninas (esterilidad, frigidez, dismenorrea).
Desde la práctica de Qi Gong, todos los movimientos que involucran este punto, giros de cintura, presión y respiración invertida, golpear riñones, masaje del Dai Mai, la presión que realizamos en el automasaje siguiendo el «vaso cinturón» , van a estimular Mingmen, y por ende, vamos a obtener beneficios similares a los que se producen cuando usamos acupuntura a medio plazo, y en personas con Jing a la baja, a largo plazo. En lo descrito están los fundamentos de la longevidad taoísta, que requiere de ir acompañado de lo que en otros artículos he descrito como «cultivar la Esencia».
Dai Mai. Es el único canal de energía horizontal, por lo que coloquialmente se le llama canal cinturón, apretando y uniendo a todos los meridianos que transportan Qi y a los vasos maravillosos que transportan Jing. Golpear en hueco el bajo vientre y masajear este canal, ayudan a que nuestra energía se armonice.
